16 de enero de 2011

APRENDIZAJE

Sí. He sido capaz de escoger una canción que cubra otra canción. Antes del final la andaba buscando... Tristeza y melancolía empiezan y acaban el poema apático del no amor sincero. Acordes tristes me transmiten su firmeza. Mi cuerda floja sigue firme. Pocas veces tambaleo. La presión a la caída desciende y el pulso desacelerado se mantiene constante. Las notas altas siempre tardan en llegar... pero llegan. El verso final comienza calando lo máximo posible y termina retumbando en mi cabeza. Así es, lo terminé entendiendo... finalmente no es amor. No es... una canción de amor.
Así empieza el aprendizaje anestésico; aprendizaje capaz de sacar la máxima vitalidad que cabe en mí y empujar los límites cada vez más, esperando a preguntarme sorprendido dónde estará su final. Hoy necesite una canción para tapar nuestra canción... el problema hoy a concluído. El problema eterno siempre será... ¿qué necesitaré mañana?

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